Sueña. Ilusiónate. Atrévete. Aventúrate. Explora. Ríe. Diviértete. Desconecta. Siéntete acompañada. Conócete. Cambia.
Antes de comenzar, me quiero presentar. Soy Ana, la que está detrás de este proyecto cargado de sueños viajeros, amistad y cambios. Comencé con WOM en 2014 tras una experiencia personal de lo más inspiradora.
Tengo una amiga incondicional de viajes, Alba, con la que llevo varios años recorriendo mundo. Estábamos pensando donde ir y su madre, muerta de la envidia, nos sugirió venirse con nosotras. Si su madre se venía, ¿cómo no se iba a venir la mía? Total, que pasamos de ser dos a ser ocho. Conseguimos reunir a madres, tías, primas y amigas. Y con entusiasmo y decisión compramos 8 billetes de avión a Ammán.
Cada una se animó por diferentes motivos: maridos aburridos, ganas de aventura, no atreverse a viajar sola, reforzar lazos familiares femeninos… No todas nos conocíamos entre nosotras, había una diferencia de edad de más de 30 años, por no hablar de las situaciones económicas tan dispares dentro del grupo. Pero no nos importó nada, ¡para allá que fuimos!
Al principio si que piensas, ¡ay madre, qué locura! ¿y si no nos llevamos bien? ¿y si cada una tiene unas expectativas diferentes? Pero ya estábamos enfrascadas por lo que ya no quedaba otra que cruzar los dedos, y a desear que todo fuera sobre ruedas.
Sin ese viaje, mi madre y la madre de mi amiga no hubiesen viajado nunca sin sus maridos. Yo no hubiese estrechado relaciones con mis primas ni hubiésemos creado un grupo inseparable de aventuras, la tía de mi amiga no hubiese cumplido su sueño de conocer Petra, yo no habría tenido el valor para alquilar una furgoneta yo sola y a recorrer el país y, sobre todo, WOM no existiría.
No habría hecho tantas amigas; ni habría aprendido tanto del mundo; ni habría llorado y reído a decenas de miles de kilómetros de mi casa; ni habría vivido un sinfín de experiencias de la mano de mujeres maravillosas.
Ni Nieves habría perdido su miedo a viajar sola; ni Rosa viajaría a ciertos países por no saber inglés; ni Pilar habría hecho tantas amigas por el mundo; ni María se habría atrevido a viajar de nuevo tras perder a su marido; ni Elvira habría hecho paracaidismo a pesar de tener vértigo; ni Amparo dejaría a su hija con su ex para darse un homenaje; ni Carmen viajaría por toda España visitando a las estupendas amigas que conoció gracias a WOM; ni María José habría podido babear ante el Rift, su gran sueño viajero.
Doy mil gracias por haberme dado la oportunidad de conocer a casi 1000 mujeres. Casi un 40% de ellas han repetido con nosotras más de dos veces. Y hay casos en los que lo han hecho hasta en 8 ocasiones, recorriendo con nosotras el Planeta casi al completo. Imagina las amigas tan maravillosas que estamos haciendo por el mundo. Me siento muy, pero que muy afortunada.
Para que puedas compartir complicidad, miedos, cerves o unos bailes con total confianza.
Nunca seremos más de 10 locuelas dispuestas a disfrutar entre risas y una buena dosis de improvisación.
No tienes la obligación de ir a un aeropuerto que no te viene bien. Nos encargamos de comprarte el vuelo que mejor te venga.
Nosotras diseñamos los viajes, pero tú tienes voz y voto para mejorarlos.
Entre las/os guías/acompañantes y tus compis de viaje, te sentirás segura y arropada en todo momento.
No tienes que preocuparte de nada más que de reservar. Para el resto, estamos nosotras.
Te ofrecemos rutas artesanales y únicas, no paquetes encorsetados y sin alma.
La forma de viajar WOM se basa en que conozcáis los destinos a los que vamos, a sus gentes, su artesanía o su gastronomía de una forma más profunda. A veces lo haremos por medio de guías especializados o acompañantes que vivan en los destinos que nos den una visión más amplia de su realidad. Otras veces iremos descubriendo los destinos perdiéndonos y preguntando, por azar o buscando lo que nos interese encontrar. Como si viajásemos con un grupo de amigas. Porque, a veces, la compañía y las experiencias espontáneas pueden aportarnos más que los detalles históricos del destino. El nivel de aventura dependerá del viaje, ya que no siempre será el mismo. Además, nuestros viajes son artesanales. No son un pack de mayorista donde se juntan varios grupos de diferente agencias. Nuestros viajes están diseñados con mucho mimo para nuestras chicas.
En nuestras aventuras para viajar sola abogamos por un turismo sostenible y responsable. Queremos que la huella que dejemos en los destinos sea la mínima. Buscamos el respeto por las diferentes culturas, la naturaleza y las personas. Es por ello que en cada país al que vayamos pasaremos desapercibidas, respetaremos las tradiciones, no dejaremos basura, apoyaremos la economía local, denunciaremos el turismo sexual, no daremos limosna a los niños para evitar que se les explote, intentaremos conocer el valor de las cosas y pagar precios justos por lo que compremos,… Y conoceremos la historia de nuestros anfitriones, como Rodolfo, Doña Paquita o Rosa. Verás como esta forma de viajar te hará sentir más viajera y menos turista, ya que estaremos contribuyendo a crear un turismo más humano y de calidad.
Los grupos de viajes para mujeres están formados por 4-10 mujeres, según el destino, aunque en su mayoría no sobrepasarán las 9 personas. Queremos que el grupo y la compañía sean un pilar fundamental de viajar sola y nos encanta conseguir que un viaje con desconocidas se convierta en uno con amigas. Y esto sólo se puede alcanzar en grupos tan reducidos. La complicidad, la intimidad, el consenso... todo fluye más cuando somos pocas. Las decisiones sobre dónde comer, qué hacer o cuando descansar son más fáciles cuando se toman entre 4-8 mujeres. Pero a pesar de ser poquitas, todas tenemos que poner de nuestra parte para que la armonía no se rompa. Así que, ¿qué tal si nos dejamos la rigidez y la inflexibilidad en casa y traemos la mente abierta y el espíritu aventurero?
Para viajar sola en grupo no hay un perfil de viajera estándar, sino que somos una comunidad muy heterogénea. Tenemos viajeras desde los 25 a los 70 años. ¡Y tenemos que decir que estas últimas son las más aventureras! La mayoría viajáis solas, aunque también se nos ha dado el caso de varias amigas o familiares que se han puesto de acuerdo para venir con nosotras. Incluso mujeres que se han hecho amigas en algún viaje anterior y repiten juntas al siguiente. El único rasgo común que podemos sintetizar tras conoceros a muchas de vosotras es que por la forma de viajar WOM venís muy flexibles de mente y entendéis que la naturaleza del viaje puede ser impredecible. Si hay que llevar la maleta por la red de metro de Nueva York, se lleva, y si hay que cambiar una rueda, ¿quién dijo miedo?
Definimos nuestra forma de viajar WOM como de aventura porque queremos que participéis activamente, en contraposición a los típicos circuitos turísticos en los que somos meros observadores pasivos. Tenemos calificaciones de aventura en cada uno de nuestros viajes (Baja, Media-Alta y Alta) , lo que significa el grado de implicación que la viajera puede tener en cuanto a decidir que se hace cada día. Aunque como ya hemos comentado, las limitaciones de viajar en grupo también requieren que cada una de nosotras sea comprensiva y sensible a las demás. No siempre se puede hacer lo que cada una quiera y el consenso es imprescindible. La aventura es un estado mental en el que no existe el mal tiempo, sólo la ropa inadecuada.
Viajar sola en grupo no conlleva no llevar a nadie que se encargue de vosotras. En todos los viajes vais acompañadas por una integrante del equipo WOM o por un/a colaborador/a/guía/acompañante que viva en el destino. Nuestro objetivo es que estés tranquilas y que lo único que tenéis que hacer es disfrutar. Aunque la persona que os acompaña no tiene por qué saberlo todo sobre el destino. No siempre será una guía ni una enciclopedia y en algunas ocasiones ni habrá estado. Aunque estad seguras que se habrá preparado el trayecto y os ofrecerá posibles alternativas sobre qué ver o dónde comer, a pesar de que, a veces, es mejor descubrirlo sobre la marcha. Os asesorará, ayudará, decidirá en caso de no haber unanimidad… porque para eso os acompaña, para facilitaros el viaje.
La furgoneta es una de las señas de identidad de la forma de viajar WOM y nuestros viajes para mujeres. La hemos adoptado como medio de transporte preferido ya que cumple con nuestros requisitos de espacio y acústica (muy importante para las horas que se pasan en carretera dándole al pico o escuchando música) En nuestra primera experiencia por Jordania nos demostró que los trayectos son más divertidos en compañía de todo el grupo dentro de unas dimensiones reducidas. A veces puede no alcanzarse las personas necesarias para que salga rentable alquilar una furgoneta, y se cogerá un coche para reducir gastos. Pero la idea de coger automóviles se debe a la flexibilidad que aporta, facilitando conocer zonas más alejadas, carretear o parar cuando nos venga en gana. Y no os penséis que una furgoneta significa destartalamiento o incomodidad. Son igual que un coche pero de 9 plazas, ni más ni menos.
A pesar de que nos gusta la aventura, hemos optado por reservar alojamientos de antemano y evitarnos perder tiempo buscando en destino. A la hora de decidir qué alojamientos coger, que sepáis que no nos gustan las grandes cadenas hoteleras, impersonales, todas iguales y sin alma (aunque a veces no quede más remedio que recurrir a alguna por calidad o porque nos lo pedís vosotras). Somos más de hoteles pequeños, familiares o con encanto. Por un lado es una forma de contribuir a la economía local. Por otro, nos sentimos más como en casa, ya que suelen conllevar un trato más cálido. Solemos ofrecer hoteles de 3*, aunque hay tipos de alojamientos (guesthouse, B&B, casas rurales…) que no se guían por esta clasificación. Y a veces el precio no nos permite hacerlo o el destino no tiene opciones, por lo que no siempre podemos asegurar la máxima calidad, pero ¡lo intentaremos!.
Mi objetivo: facilitar que las mujeres viajen más, con amigas o solas o como quieran, sabiendo que lo harán en grupo con otras viajeras con las mismas ganas de comerse el mundo. Hace poco me dijeron que ¡qué envidia!, que cuantas amigas iba a tener. Y es cierto, soy tan afortunada... ¡Mil gracias!
Durante años me dio pereza viajar ya que los viajes en grupo de foto-foto y al autobús no me gustaban. Es por ello que he decidido apoyar un proyecto alternativo al turismo más convencional. Es genial viajar despreocupada pero sin ir corriendo, y encima una hace amigas. ¿Se puede pedir más?
Desde hace unos años mi vida gira en torno al viaje: soy socia de una editorial de libros de viaje, organizo eventos viajeros y soy acompañante WOM. Lo que me conquistó: su particular carácter. No es el clásico viaje en grupo. Es como viajar con amigas, con una dosis de improvisación y aventura que me encanta.
Para mi, la mejor forma de viajar es viajar despacito, disfrutando de los detalles y las particularidades de cada destino. Al final son las pequeñas cosas y experiencias las que marcan la diferencia, las que hacen un viaje inolvidable. ¡Por eso me encanta WOM y compartir aventuras con mujeres estupendas sin prisas!
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