En julio de 2017 viví una de mis mejores experiencias en cuanto a viajes y fue compartir con otras tres mujeres un recorrido por la fascinante Islandia.
Desde el primer minuto formamos una «hermandad», tal fue el acierto en juntarnos, y la semana juntas transcurrió a velocidad de vértigo entre paisajes increíbles, risas, confidencias, millones de fotos y momentos inolvidables.
El país me cautivó y me pareció de una riqueza extraordinaria en naturaleza, pueblos, gente y posibilidades. Subimos a volcanes, avistamos ballenas, nos bañamos en lagunas de azufre, comimos rodeadas de preciosos frailecillos, dormimos en granjas y cabañas, en fin, un montón de experiencias únicas. Y lo mejor fue la compañía de estas tres mujeres aventureras y maravillosas.
Sin duda repetiré en cuanto pueda a otros destinos propuestos y recomiendo fervientemente vivir un viaje de éstas características. Para mí ha sido una maravilla en todos los sentidos.