¿VIAJES PARA MUJERES? ¡HE AHÍ LA CUESTIÓN!

A veces, cuando tenemos pareja o estamos tan inmersas en nuestras rutinas de trabajo, cuidados…, olvidamos que hay vida más allá, y que podemos disfrutar de experiencias en solitario y que no es incompatible. Incluso sucede con las amistades. Te acostumbras a tener un grupo de amigos y amigas fijo, especialmente a partir de cierta edad, cuando se acaba la universidad, se consiguen trabajos… y dejamos de tener momentos para conocer gente nueva que nos pueda enriquecer. O si se encuentran, según el contexto, puede ser difícil tener inquietudes en común. Por ello este tipo de viajes es una forma de refrescar nuestra vida social fuera de nuestro ambiente de confort, nos puede ayudar a ser nosotras mismas sin las presiones familiares o sociales que nos rodean en nuestro día a día, podemos conocer personas con inquietudes similares a las nuestras, que a lo mejor no conseguimos con amigas de toda la vida o del trabajo.

Al menos una vez, de vez en cuando, deberíamos hacer un viaje sólo en compañía femenina: con amigas, con tu madre, con tus compañeras de trabajo, con tus hermanas o tus primas o con auténticas desconocidas. Es muy liberador ya que ayuda a desconectar del estrés diario y a crear experiencias únicas e irrepetibles. Así que os recomendamos muy mucho la experiencia de viajar con un grupo de mujeres a las que no conoces de nada porque es muy gratificante. Al principio surgen miedos sobre quién irá al viaje, si serán raritas y una serie de dudas normales, pero se reducen en cuanto el grupo se empieza a conocer por whastapp y se esfuman cuando finalmente pones cara a tus acompañantes. Conocerás gente estupenda, cada una con su mochila, sus experiencias, sus problemas y sus vidas. Por eso es especialmente enriquecedor, porque además del viaje en sí y el aprendizaje que éste supone, es maravilloso poder compartirlo con mujeres que también tienen mucho que aportarnos.

En cuanto a modos de viajar, creemos que, en general, a las mujeres nos gusta viajar con más calma, con tiempo para poder pasear por las callejuelas de las ciudades, hablar con los autóctonos (y entre nosotras!), aprender de ellos a través de actividades o talleres o perdernos en un mercadillo a la busca de una ganga. ¿Por qué no incluir ese tiempo de experiencias en los viajes? Conocer un destino por su patrimonio o su Historia es maravilloso, pero no te pierdas la posibilidad de hacerlo pausadamente, dispuesta a dejarte sorprender por los detalles más insignificantes. Incluso, a veces, perderse y descubrir algo inesperado es una sensación muy enriquecedora porque nos permite dejarnos sorprender y disfrutar de la espontaneidad. Aquí puedes descubrir nuestras formas de viajar, que dependerá del grado de flexibilidad con la que te gusta viajar.